March 16, 2006

No los he torturado lo suficiente últimamente, de modo que me dispongo a hacerlo. //Lo cierto es que este post no lo estoy escribiendo yo, sino mi estómago. Es en serio. Adolorido, ácido, depositario de todas y cada una de las neurosis de su melancólica dueña, que nació con el gen mutante de Woody Allen. Pues sí. Este dolorcillo que cada vez se vuelve peor me ha acompañado toda mi vida, creo que primero como sentimiento y después se volvió físico. La primera vez que sentí dolor -sentimiento- fue, creo, cuando mi padre me dejó por primera vez en la escuela, el día que cumplí 6 años. Me llevó de la mano y me dejó, sin más, entre aquéllas rejas con todos aquellos niños y niñas que corrían de aquí para allá y que yo no conocía -jamás asistí al kinder, parvulario, preescolar o como se llame-, por lo que mi experiencia el primer día de escuela fue un tanto particular. Tendría que adaptarme. Jamás había tenido "amiguitos" o "amiguitas". Mi mundo se reducía a la naturaleza muerta, los valles, el cielo, el pozo, los cielos estrellados, el viento entre los mezquites, el aullido de los coyotes y los espacios abiertos en los que había jugado de niña, amén de unos pocos meses en la ciudad, que transcurrieron entre las casas de mis dos abuelas, rodeada de familiares mayores, mis dos hermanos y una prima. Eso era todo. Me encontré de golpe con una turba de niños y niñas bastante más hechos en esto de la "convivencia social" que yo, lo que relegó a la mochila de cuadros escoceses, a la cantimplora rosa mexicano con forma de payaso, a los cinco pesos que me dió mi abuela para "gastar" en la cooperativa y a mí, en el más miserable de los aislamientos mientras, sentada a la sombra de un arbusto, veía a todos los demás jugar a las "encantadas". Pero todo esto no me dolió. Lo que me dolió fue haber salido de aquél nido. Que mi papá se hubiera marchado y me hubiera dejado ahí. De algún modo supe que no había marcha atrás. Algo había cambiado y ahora tenía que adaptarme a todo aquello que, en principio, me disgustaba sobremanera. (6 años y ya era snob). No me explicaba la locuacidad de las niñas, ni la facilidad con la que de un momento a otro se formaban los grupos de "mejores amigas". Recuerdo que en lugar de gastar los cinco pesos, los puse en mi lapicera de colores para guardarlos después en la alcancía, y me aferré a la copia de Platero y Yo que me había regalado una tía por mi cumpleaños (era ese mismo día y sí, ya sabía leer y escribir). Creo que fue desde entonces que el dolor comenzó, aunque todavía no entiendo muy bien porqué. Lo que ahora veo muy claro es que era solamente el principio, pero también era el fin. Como todos los días. Aunque algunos, como hoy, se sienten más. Es que a veces una se topa consigo misma, y no sabe si saludarse o no. Creo que yo hace mucho tiempo que no me dirijo la palabra//

2 comments:

Los Elmers said...

la verdad sobre los dolores estomacales es que los produce una bacteria que se llama Helicobacter pylori. (el año pasado se le dió un premio nobel de medicina al tipo que descubrio que la gastritis y otras enfermedades estomacales no tiene nada que ver con los habitos de la persona y ni siquiera por el estres)... me temo que tus dolores son causados por esa bacteria, o te comiste algo filoso ese dia y todavia no te curas la ulcera.. o es psicosomatico

Talya said...

F´n doctors, they always tell me it´s because of stress, bad eating habits, sleep desorders and what not. I´m takin Losec A-20 for 14 days. Let´s see how it goes. Is it ok if I take them with Root Beer? hahaha