Ayer me decía a mi misma lo idiota que soy al mentirme a mi misma. Es decir, al estar en un estado de negación. No total, porque ya me doy cuenta. Creo. De lo que me ocurre.
Pasa que yo estoy y tú no estás. Pasa que yo soy y tu no eres. Por más que yo quiera pensar que sí. Entonces, ¿qué sigue? Evasión? No, desde luego. O sí? No.
Enfrentar el problema. Sí. ¿Cómo? Bueno, aceptar los hechos. Pero. Duele. Además no tengo claro cuáles son estos hechos. Sí que los tienes claros. Lo que pasa es que no quieres verlos. Denial Denial.
Bien y después qué? Después, nada. Cómo nada! Sí, nada. Seguir adelante. Pero yo lo amo!
Sí. Pero él no te ama a tí.
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