Siempre me pregunté como harían las actrices, especialmente las actrices de comedia, especialmente las que tenían un show diario, salir a decir estupideces un día en el que se estuvieran derrumbando por dentro, en el que la tristeza fuera tanta que no dejara respirar. Ya saben, esos días en los que no se pueden controlar las lágrimas. Gruesas, pesadas, como grilletes atados en los tobillos a una bola de acero /como se llaman esas cosas/ No tengo idea. ¿Cómo harían?
Supongo que en automático. Por inercia. No lo sé.
Hoy no tengo ganas de escribir.
No quiero. Y sin embargo, debo hacerlo. Entonces, me siento un poco como la actriz que debe salir con el disfraz ridículo y los chistes insulsos a hacer reír mientras las rocas del alma caen a pedazos en un mar de lava.
El dolor, rastrero. El dolor, un ave de carroña, devorándose un corazón seco.
No big deal. Just the average melacholic post of fridays at 19:30.
I am that predictable.
¿Por qué no dejo de ver un carrusel girando al compás de esa musiquita suave, empalagosa, que le ponen a las bailarinas de porcelana de las cajitas de musica?
Hoy me he quedado muda.
No comments:
Post a Comment