September 30, 2004

Insomnia

Me dijo imagínate que estoy ahí, frente a tí, y empiezo a caminar lentamente hacia la oscuridad. Sígueme. Vamos caminando despacio. Luego empezaré a correr. Sígueme. Corramos. Mis pies se despegarán del suelo y empezaré a volar. Vuela también. Adelántate. Volemos juntos. Tómate tu tiempo. Cuando lleguemos a nuestro destino, estarás dormida.

Pase toda la noche tratando de concentrarme, aunque mi mente me traicionaba segundo tras segundo, fractales technicolor, fantasmas de mi mente, se empeñaron millones de veces en desviarme de ese pequeño viaje.

Cuando por fin, tras una eternidad relativa, dejé atrás las nubes e iba volando, casi flotando, por un cielo azul marino cuajado de estrellas, a punto de llegar, juro que iba llegando, sonó el despertador.

Maldita sea.


September 29, 2004

Resfriada...

Y con las deadlines de siempre sobre mi cabeza, pero me encontré con este texto, que me gustó y transcribo aquí:

Es fácil morir/la vida es un gran campo de concentración/instalado por Dios en la tierra para los hombres/y éstos lo desarrollan para convertirlo en campo de exterminio/Suicidarse es tanto como engañar a los vigilantes/huir desertar con un palmo de narices a quienes se quedan/[...]/aquí aprendí que la rebelión es /QUEDAR CON VIDA/La gran desobediencia es vivir nuestra vida hasta el final/y es tambíén la gran modestia/que nos debemos/El único instrumento digno de suicidio es la vida/ser un suicida es tanto/como seguir con vida/volver a empezar todos los días/volver a vivir todos los días/volver a morir todos los días.

Se trata de un fragmento de "Liquidación", el libro de Imre Kertész.

September 22, 2004

Here I go...

Acostumbrada a escribir de todo menos de mí, esta será quizá una de las cosas más difíciles.
Honestamente, prefiero desnudar mi cuerpo que desnudar mi alma, y no se como es que se puede escribir sobre uno sin hacerlo.
Si he de empezar a escribir como me siento, he de decir que mal, y es quizá por ello que he iniciado esto.
No sé. Tal vez dibujar el dolor con el teclado ayude a arrancar al menos unas pocas de las espinas clavadas ahí, justo donde se supone que esta el corazón.
Habría que anestesiarlo, pero como. Empiezo a preguntarme si es el desastre de mi vida el puño que lo está estrujando, o si está enfermo de verdad.
Tal vez es la soledad. Esta soledad autoimpuesta que me esta matando se convirtio en un laberinto del cual ya no se como salir.
Quiero gritar, pero mis labios no pronuncian una palabra. No se mueven. Pareciera que han sido sellados. Quiero llorar, a veces de rabia, a veces de desesperación, a veces de miedo, pero las lágrimas son como mimos, y que gracia, no se dignan en salir.
Mis ojos secos y mi alma, mi alma se retuerce prisionera de mi. Custodia de mi misma, perdi las llaves. Off to sleep. If I am lucky enough.