January 10, 2005

La tregua

Es evidente que Dios me concedió un destino obscuro.

Ni siquiera cruel. Simplemente obscuro.

Es evidente que me concedió una tregua.

Al principio, me resistí a creer que eso pudiera ser la felicidad.

Me resistí con todas mis fuerzas.

Despues me di por vencido y lo creí.

Pero no era la felicidad, era sólo una tregua.

Ahora estoy otra vez metido en mi destino.

Y es más obscuro que antes, mucho más.


@UA

No comments: